Historia de la Morfopsicología (2 de 3)

La caracterología de Heymans-Le Senne

Como escribíamos en la primera parte de la Historia de la Morfopsicología (ver “De la Antigüedad a Descartes”), con la Edad Moderna el hombre es separado de la naturaleza para estudiarlo aislado, a la vez que se fractura su estudio en múltiples disciplinas del conocimento. Progresivamente se pierde la visión sintética del hombre, para pasar a ser estudiado como la suma de sus partes.

La caracterología de Heymans-Le Senne

Dentro de este pensamiento se inscribe la intención de elaborar una caracterología científica, sistemática. René Le Senne (Francia, 1882 -1954) es uno de sus máximos exponentes, siguiendo los trabajos de Corneille Heymans (Bélgica, 1892-1968). En esta visión, la persona que queremos estudiar necesariamente tiene que encajar en un carácter bien definido. En la caracterología de Heymans-Le Senne se desarrollan tres conceptos principales: la emotividad, la actividad y el “efecto” (o “retentissement”)(1). Siguiendo la tradición del racionalismo francés, todas la acciones del hombre son formuladas y ejecutadas por la razón.

Pero Le Senne también introduce el yo (la “personalidad”), que viene a matizar y a equilibrar la estructura tan rígida del “carácter”. En la personalidad, Le Senne parece reconocer implícitamente el rol de las necesidades inconscientes en el destino del hombre, aunque no lo  mencione con este término.

Freud y el nacimiento del inconsciente

Louis Corman (Francia, 1901-1995), psiquiatra fundador de la Morfopsicología (ver “Nacimiento de la Morfopsicología”), dará una importancia capital a los impulsos del “inconsciente” -descubierto por Freud- en la configuración de la personalidad.

La lei de dilatación y retracción de Claude Sigaud

Por primera vez, con el descubrimiento de la ley de retracción y dilatación del médico lionés Claude Sigaud, se establece una relación precisa entre la forma y la función. Sigaud parte de la distinción entre personas gordas (que Sigaud demonina “dilatadas”) y personas delgadas (“retraídas”) y de que a estas se les corresponden procesos de defensa distintos hacia las agresiones del mundo exterior. Las formas de cualquier ser vivo en un ambiente hostil suelen ser más estrechas y, en cambio, son generosas en un ambiente favorable, según la sensibilidad del cuerpo. Los retraídos son hipersensibles, con reacciones de defensa fuertes que les lleva a rechazar, retrayéndose, los elementos del ambiente que siente como nocivos. En el otro extremo se encuentran los dilatados, que son hiposensibles, con reacciones de defensa mediocres, lo que les conduce a absorver sin selección los elementos del ambiente, incluso aquellos nocivos. Louis Corman, fundador de la Morfopsicología, recogerá esta ley y la situará en el centro de su estudio.

Jung: introversión y extroversión, actitudes que pueden cambiar

Jung representa para Corman la intuición de que los condicionamientos biológicos son centrales en la personalidad. También aporta la intuición, que está en la base de la Morfopsicología, de la existencia del instinto de conservación y expansión. Jung escribe sobre las nociones de introversión (interés vital hacia el mundo interior) y extroversión (hacia el mundo exterior) que, aun siendo opuestas, no son estados fijos en una persona sinó que obedecen a “actitudes”.

 

(1) La emotividad, la actividad y la secundariedad de la caracterología serán recogidos, aunque matizados, por la Morfopsicología: la emotividad representa la sensibilidad hacia el mundo exterior; la actividad entendida como opuesta a la receptividad; y el “efecto” como la secundariedad (control y retraso en el tiempo de reacción) o primariedad (impulsividad).