Louis Corman, el fundador de la Morfopsicología, pone esta ley como la base para la Morfopsicología. La ley biológica de la dilatación-retracción fue establecida por el médico de Lyon Claude Sigaud. Sigaud parte de la distinción entre las personas delgadas (que él llama “Retraídos”) y las personas gordas (bautizadas por Sigaud como “Dilatados”). Gracias a su práctica médica, observa que las enfermedades no se desarrollan de la misma forma en unos y en otros y llega a las siguientes conclusiones:
- Primero: que las enfermedades no se desarrollan de la misma manera en personas delgadas que en personas gordas se debe a diferentes procesos de defensa contra las agresiones del mundo exterior.
- Segundo: la reacción de la “sensibilidad” de cada ser viviente al ambiente, representa el factor esencial de la defensa de este organismo y se manifiesta de un modo u otro según su morfología.
Según Corman, la originalidad de Sigaud reside en qué, en las personas delgadas, la retracción -el proceso del cuerpo que hace que éste se pliesgue sobre si mismo- es una “viva reacción de defensa que preserva el organismo y a menudo impide la aparición y el desarrollo de lesiones susceptibles de poner en peligro la vida”. (1) Por lo tanto, la retracción no es el resultado de ningún proceso de atrofia de los tejidos ni de ningún síntoma de la pérdida de vitalidad.
Dilatados (gordos)
- Son hiposensibles, es decir, su sensibilidad es muy baja.
- Tienen reacciones de defensa mediocres, por lo que absorven sin selección todo lo que hay en el ambiente, incluso aquello nocivo, sin que su sensiblilidad se lo advierta.
- Por ello pueden llegar a “evoluciones mórbidas graves, cuando la nocividad contenida en aquello que ha estado absorvido supera un determinado límite” (2).
Retraídos (delgados)
- Son hipersensibles, es decir, su sensibilidad es alta.
- Tienen reacciones de defensa fuertes, por lo que rehúsan todo aquello del ambiente que perciben como nocivo.
(1, 2) CORMAN, Louis, Viso e carattere, Ed. Mediterranee, 2003, pp.19.