Como comentábamos en el post anterior, si observamos las dos hemicaras (las dos mitades del rostro) lo más habitual es que haya asimetrías, en un grado u en otro. Hay estudios que demuestran que estas asimetrías podrían empezar en la misma fase fetal y que en algunos casos podría ser debido a una mala posición del feto dentro de de la bolsa amniótica (1). Aún así, hay pocos niños, y cuanto más pequeños menos, que tenga asimetrías visibles.
La Morfopsicología se fija en como el rostro evoluciona y la manifestación (o no) de asimetrías. Para entender esto, debemos comprender la teoría de las funciones principales de los diferentes hemisferios cerebrales (o lateralidad), y como cada hemisferio domina la mitad opuesta del cuerpo. Simplificando, el esquema sería el siguiente:
Es lo mejor llevando a cabo tareas expresivas y creativas. Algunas de sus habilidades, popularmente atribuidas a este hemisferio son:
- Reconocer rostros
- Expresar emociones
- Música
- Leer emociones
- Color
- Imágenes
- Intuición
- Creatividad
Está considerado como mejor adaptado a las tareas que implican la lógica, el lenguaje y el pensamiento analítico. El hemisferio izquierdo es lo mejor ejecutor en:
- Lenguaje
- Lógica
- Pensamiento crítico
- Números
- Razonamiento
En Morfopsicología (2) se interpreta que está dominada por el hemisferio derecho (en los diestros, y a la inversa en los zurdos). Es el lado más pasivo, más receptivo, donde el tono es normalmente más bajo.
- Orientado al pasado
- Representa las etapas de la niñez y del crecimiento
- Representa la madre
- Se corresponde con nuestro Yo interior, privado
Es el lado más activo (2). Normalmente, tiene un tono más alto que el izquierdo: visible, por ejemplo, en la mímica expresiva (puede ser que el ojo tenga más agudeza, la nariz sea más vibrante y el ángulo de la boca esté más elevado) y también en el marco (más estrecho).
- Actualiza las tendencias y está orientada hacia el futuro
- Es el lado combativo
- El lado masculino, que representa el padre
- Es nuestro ser exterior, nuestro Yo social
El mejor modo de apreciar las asimetrías es aplicando el método de Pierre Abraham a una fotografía tomada de frente. Como se puede apreciar en la fotografía bajo de este párrafo, consiste en separar las dos hemicaras y hacer una copia simétrica de cada hemicara para acabar construyendo dos rostros enteros con cada mitad.
Como decíamos, pues, lo más habitual es que las personas tengan la hemicara izquierda más ancha. Cuando nos encontramos en el caso inverso, deduciremos que la niñez no ha sido vivida en la plenitud, sino vivida con penurias que han obligado al individuo a retraerse para poderlos afrontar, como método de defensa. Si la mayor dilatación de la hemicara derecha, que se manifiesta más tarde, va acompañada de más tonicidad, nos indica que aunque el individuo no ha resuelto los conflictos de su pasado, en el presente se ha desarrollado de manera positiva.
En cualquier caso, siempre que haya asimetrías, tenemos que tener en cuenta dos cosas: por un lado, que la dificultad de encontrar el compromiso entre las dos tendencias opuestas aumenta cuanto más grandes sean estas asimetrías; de la otra, preguntarnos si hay bastante fuerza y coherencia interior para lograr este compromiso.
(1) LITTLEFIELD, Tim, http://www.cranialtech.com/ParentsArea/position-in-the-womb-can-affect-head-shape.pdf
(2) CORMAN, Louis, Viso e carattere, Ed. Mediterranee, 2003, pp. 38-39 y GABARRE, Julián, El rostro y la personalidad, Barcelona, Ed. Flumen, 4a ed, 2007, pp. 195.
(3) Web del fotógrafo donde se pueden ver más imágenes www.julianwolkenstein.com