1. ¿Dónde vemos morfológicamente la atonía?
Como decíamos en el post anterior, “a grandes rasgos, así como los hombres pequeños acostumbran a ser más dinámicos y a los más altos, parece que los falte el ánimo, cuando nos fijamos en la relación entre la altura y la anchura de un rostro, también los más cortos son un signo tonicidad y los alargados de atonía.”
También se corresponde con un modelado débil, donde los músculos y el tejidos están soltados y donde predomina la grasa. Parece que las carnes se desplomen. Los ángulos del rostro se vuelven difusos y la mandíbula se alarga en vertical (al contrario que formando un ángulo recto). La boca tiende a quedar entreabierta. Las comisuras de la boca y los extremos exteriores del ojos caen (ojos “a la *Greuze”). También el párpado superior “cae” sobre el inferior. La mirada es apagada y a menudo ensoñada. La nariz tiende a caer, es alargada, y las aletas son pesadas e inmóviles.
2. ¿Cuál es la psicología de la persona átona?
- Sempre prefieren reposar en vez de estar activos.
- No trabajan si no es estrictamente necesario y se cansan pronto.
- No hacen nunca deporte.
- Cuando hablamos de inteligencia, la atonía impide la realización de los pensamientos y estos tienden a mantenerse en estado de sueño: quedan vagos y con la incapacidad de que puedan ser formulados con claridad. Son poco prácticos.
- La atonía favorece la receptividad y el almacenaje passivo de las impresiones, que seran el alimento de la imaginación.
- También permite la intuición que los permite conectar con la naturaleza profunda de las cosas.
- La atonía permite el acercamiento a las ciencias humanas y a la psicología. Con tonicidad en otras partes del rostro, abre la puerta al arte y a la creación artística.
CORMAN, Louis, Viso e carattere, Ed. Mediterranee, 2003.
Las imágenes han sido extraídas de este libro , p. 35